Equipando a nuestra iglesia para el cuidado de la creación: Iglesia Menonita de Teusaquillo

Grupo de Cuidado de la Creación de la Iglesia Menonita de Teusaquillo, Bogotá, Colombia | Congreso Mundial Menonita

16 de mayo de 2023

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Ahora Israel, ¿qué desea el Señor tu Dios de ti? …ámalo, sírvelo con todo tu corazón y en toda tu vida, y observa sus mandamientos… Ya ves, ¿Qué significa adorar a Dios y andar en sus caminos teniendo presente que "los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella pertenecen a Dios"? ¿Y qué implica esto para nosotros como iglesia en nuestros tiempos actuales? . (Deuteronomio 10:12-14, ISV)

¿Qué significa adorar a Dios y andar en sus caminos teniendo presente que "los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella pertenecen a Dios"? ¿Y qué implica esto para nosotros como iglesia en nuestros tiempos actuales?

Desde 2016, un pequeño grupo de nuestra congregación menonita de Teusaquillo en Bogotá, Colombia, comenzó a reunirse para estudiar el cuidado de la creación. Estábamos preocupados por las crisis ambientales que vemos en el país y en el mundo (frecuentes sequías o inundaciones) y el grave impacto que esto tiene, especialmente en las comunidades menos privilegiadas donde también están presentes nuestros hermanos y hermanas.

Empezamos a compartir entre nosotros lo que sabíamos sobre la crisis climática y su impacto, ya estudiarlo a la luz de la Biblia.

Leímos juntos secciones de libros como: Salvation Means Creation Healed de Howard A. Snyder, Earth Trek: Celebrating and Sustaining God's Creation de Joanne Moyer, Creation: The Apple of God's Eye de Justo Gonzalez y Call to Action of the Latin American Lausanne/WEA Creation Care Network. De este grupo de estudio ad hoc, surgió un "Comité de Cuidado de la Creación" para promover este tema entre la congregación.

Desde el principio, nos quedó claro que queríamos llevar este tema a toda la congregación, no solo en teoría, sino para ponerlo en práctica en nuestras propias vidas.

Se nos dio la oportunidad de dirigir un servicio: elegimos canciones, textos bíblicos y una enseñanza sobre el tema.

Una segunda acción fue contratar a una costurera de nuestra congregación para que hiciera bolsas de tela para que los miembros de la iglesia llevaran sus compras. Estas bolsas llevaban el lema: "Cuidando la creación, seguimos a Jesucristo. Génesis 9:16: Reevaluar, Rechazar, Reducir, Reutilizar y Reciclar".

Las bolsas tienen un doble propósito: educar y ser una alternativa práctica a las bolsas de plástico desechables a la hora de hacer la compra. Algunas bolsas fueron entregadas como obsequio de agradecimiento a personas que sirvieron durante el año en diferentes ministerios de la iglesia, y otras fueron vendidas a miembros de la congregación que las solicitaron.

La pandemia del COVID-19 activó la transmisión por YouTube de los servicios dominicales de nuestra congregación. Proporcionó a nuestro comité de cuidado de la creación una maravillosa oportunidad de continuar ofreciendo información y sugerencias prácticas a la congregación.

Durante meses, preparamos videos cortos (2-3 minutos) y los presentamos antes del cierre de cada servicio virtual. Incluimos temas como: consumo consciente, cuidado del agua, minimización y manejo de residuos en nuestros hogares, deforestación y minería.

Organizamos talleres presenciales sobre alimentación saludable y sobre cómo reciclar. Este último taller se realizó en colaboración con miembros de la congregación que se ganan la vida recolectando reciclaje. Trajimos empaques, frascos y envoltorios y aprendimos a distinguir cuáles se pueden reciclar y cuáles no. Al hacerlo, también descubrimos cuánto material innecesario recibimos al comprar en supermercados y tiendas.

También aprendimos de nuestros hermanos y hermanas que se ganan la vida reciclando lo duro y mal pagado que es este trabajo. Muchos recicladores viven en situaciones precarias, aunque ellos mismos prestan un servicio fundamental.

Entonces, enseñamos lo que los miembros de la congregación pueden hacer en casa, pero además, examinamos nuestras prácticas como congregación.

Por ejemplo, los domingos al final del servicio, la gente toma un café mientras conversan y se saludan. Nos preguntamos: ¿Qué tazas debemos usar para servir el café? ¿Espuma de poliestireno, papel o plástico duro? Al final, optamos por vasos de plástico duro reutilizables, reconociendo que esta alternativa requiere el uso de agua y que alguien los lave cada vez. Somos conscientes de que no existen acciones puras y libres de impacto ambiental, y que siempre habrá pros y contras para elegir, pero tratamos de hacer mejoras cada vez.

Recientemente llevamos a cabo, como grupo, una autoevaluación metódica y guiada del impacto de la construcción de nuestra iglesia y nuestras prácticas en el medio ambiente, lo que nos llevó a identificar varias áreas de mejora. Cambiamos la iluminación a bombillas LED e incluimos dispositivos ahorradores de agua en los tanques de nuestros inodoros, entre otros cambios. Todo esto nos está ayudando a lograr una mayor coherencia congregacional.

El Comité de Cuidado de la Creación ha tenido sus propios desafíos. Muchas veces, las ocupaciones laborales y familiares dificultan mantener la consistencia que nos gustaría, pero esta estructura mínima nos ha ayudado a sostener el tema en la congregación.

El reconocimiento y apoyo recibido por parte del pastor y del grupo de liderazgo de la iglesia también ha sido clave.

Nuestro énfasis ha estado mayormente en nuestras prácticas personales y corporativas para cuidar el cielo y la tierra de Dios. Pero también somos conscientes de que gran parte del daño ambiental y sus soluciones radican en políticas y acciones de empresas y gobiernos, y prácticas sociales que van más allá del alcance de nuestros esfuerzos individuales.

¿Cómo podemos influir en las políticas y prácticas sociales y comerciales hacia una mayor responsabilidad ambiental?

¿Cómo podemos, como iglesia, mostrar solidaridad y ayudar a quienes más sufren por la escasez de recursos o el deterioro ambiental?

Continuamos reflexionando sobre esto y buscando formas de honrar a Dios y seguir los caminos de Dios.

This article originally appeared in Mennonite World Conference's April 2023 issue of Courier.-->-->-->--> -->